Dr. Victor Fernando Villa Esteves
Geriatra
“ primum non nocere”
El arte en geriatría consiste en cuidar de una manera integral, al
paciente adulto mayor de 60 años; el envejecimiento humano condiciona cambios
en la farmacocinética y farmacodinamia de los medicamentos, que producen un
aumento en general en la vida media de los fármacos.
En los adultos
mayores existen reacciones secundarias importantes a dosis aparentemente
terapéuticas y comúnmente son minimizadas, tanto por él medico como por la familia; lo
que lamentablemente hace que la
polifarmacia se convierta en una causa creciente de morbilidad y mortalidad.
La mayoría de los
tratamientos que se brindan al anciano son; innecesarios, costosos y dañinos.
Todo esto en virtud de la tendencia medica
a proporcionar un fármaco para
cada enfermedad o síntoma del anciano, quien a su vez en la mayoría de los
casos ha visitado a múltiples médicos a quienes no ha informado de la medicina,
que ya anteriormente le fue prescrita por otros y por tanto sé vera expuesto a
la polifarmacia o a la interacción de substancias químicas recetadas por ellos,
lo que al final le puede provocar mayor daño que beneficio.
Otros aspectos
básicos que influyen en la tendencia a la intoxicación farmacológica en la
vejez son;
a)
Olvidos frecuentes de la ingesta de fármacos que ingieren, o que son usados durante largo tiempo; por
ejemplo el paciente que en muchos años ha tomado su píldora para dormir y que
da por asentado como no perjudicial por el simple hecho de tener mucho tiempo
tomándolo; O bien, fármacos que en
alguna ocasión un medico les dijo, erróneamente que eran de por vida etc.;
cuando estos pacientes van al doctor no
le informan que es lo que están tomando
y por tanto se producen duplicidad o
fuertes efectos agonistas.
b)
El paciente geriátrico comúnmente
considera normales y propios de la vejez, algunos síntomas como; mareo, torpeza
mental, anorexia, insomnio, irritabilidad, depresión etc.
c)
Es común que en la vejez exista un
apego inadecuado a las recetas médicas, debido a múltiples factores
secundarios, como son; 1) factores económicos (costo alto de fármacos y bajo
poder adquisitivo) 2) problemas físicos;
alteraciones de memoria o lectura para leer la receta, o dificultad para tomar las
dosis y la presentación correcta 3) factores Sociales (no existen fármacos geriátricos
en las Instituciones de Salud pública y no toda la población anciana tiene
acceso a ellos).
4)
Sobreprotección familiar; es frecuente encontrar aun en nuestro medio, familias
que viven en un marco de rigidez
impuesta por el anciano, quien decide erróneamente auto recetarse e impone los fármacos
a tomar, así como su dosis y tiempo de ingesta.
d)
frecuentemente están carentes de un
razonamiento o juicio adecuado por una enfermedad demencial de fondo, sin que
sus hijos se den cuenta de ello.
e)
Les da pena o no tienen la
confianza con el geriatra para decirle a tiempo, si presentan alguna reacción o
síntoma desagradable y prefieren suspender la medicina en lugar de llamar a su médico.
Estadísticamente el
70% de los pacientes geriátricos reciben un fármaco nuevo al año, 25% de los
pacientes dependen de ellos para sus actividades diarias, 60% toman 5 fármacos
promedio y en la consulta privada no es raro encontrar pacientes con más de 10
diferentes medicamentos.
De entre todos los fármacos
más comúnmente usados, destacan las benzodiacepinas con un 85% de los casos; para
colmo, una cantidad importante de adultos las toma por años sin darse cuenta de
su fármaco-dependencia.
Los cambios
fisiológicos más importantes que ocurren en el anciano a medida que envejece y
que interfieren con una tolerancia a los medicamentos son;
-disminución del pH
gástrico y retardo en el vaciamiento del estomago
-perdida de la función
de la filtración renal hasta 40% (a los 70 años)
-menor cantidad de
masa muscular y mayor cantidad de grasa.
-menor metabolismo
hepático y una menor cantidad de albumina sérica.
-intolerancia gástrica
a fármacos por interacción de los mismos o irritación local
-poca ingesta de
agua con deshidratación secundaria.
-mayor sensibilidad
a efectos secundarios
-mayor vida media de
los fármacos en sangre
Todos estos
cambios, influyen en la acción y efectos de las drogas y deberán ser tomados en
cuenta, tanto por él medico como por el paciente, aquellos adultos que tomen;
psicofármacos, antihipertensivos, sedantes y diuréticos, correrán un mayor
riesgo de sufrir eventos adversos como; caídas 50%, extrapiramidalismo 35%, hipotensión
ortostatica 40%, delirios 30%, algún tipo de incapacidad 25 %. etc.
CONCLUSION: Si
entendemos que la vejez es inevitable; que no todos los ancianos son frágiles,
que no se requiere un fármaco para cada síntoma; sino que debemos priorizar los
padecimientos y solucionarlos poco a poco, que existen factores orgánicos geriátricos
que impiden una adecuada prescripción medica y que es necesario tomar tiempo
con el enfermo mayor para educarle acerca de la forma adecuada de administrarse
su terapia; iniciaremos un adecuado avance en la farmacología del anciano,
mejorando realmente su calidad de vida.
Él medico deberá
tomar en cuenta todas las interacciones medicamentosas, el costo beneficio de
la terapia, el deseo del paciente por determinada molestia y el no tratar
síntomas, sino solo enfermedades; deberá conocer la historia clínica
farmacológica personal del anciano y siempre sugiero iniciar con la dosis
terapéutica mas baja posible; Así como darle indicaciones fáciles de seguir
impresas con letra grande, además de revisar periódicamente la forma de apego
al esquema terapéutico impuesto.
Por ultimo
recordemos que “los fármacos no siempre curan, sino que a veces son causa
importante de patologías secundarias a ellos mismos”.