Dr. Victor Fernando Villa Esteves
Comienza como una torpeza, la cual se
hace cada día mas frecuente, al principio la victima lo percibe y lo esconde,
intentando que nadie sospeche, pues teme que piensen que se está volviendo
loco(a) o que está envejeciendo. Después olvidara lo que acaba de hacer hace
unas horas, como algunas citas, teléfonos de uso frecuente, o donde guardo sus
objetos. Si en esa etapa le preguntas la fecha, el día el mes o el año; lo más
seguro es que te dirá que no lo sabe o no le importa, pero si insistes te darás
cuenta que está perdido.
Y así, desde ese momento y durante los próximos
años podrías ser testigo de una enfermedad dramática, injusta, que puede afectar
a cualquier persona desde los 40 a los 100 años, sin distinción de status económico,
sexo, estudios etc. pero que carcome la memoria y la mente de nuestro ser
querido, se llama “ Alzheimer”
Aunque es común que todos piensen que es
solo la memoria la que se afecta en esta enfermedad, esto es un mito y puede
dar pie a confusiones. Ya que muchas veces se cree que si el enfermo recuerda
cosas de su pasado es porque tiene una buena memoria. Sin embargo este
padecimiento afecta inicialmente la memoria reciente y la memoria de
aprendizaje; el enfermo será incapaz de grabar nueva información ya sea una
palabra o nombre que le diste hace 1 a 5 minutos
Aparte de la memoria, la persona se
desorienta, se pierde fácilmente, su lenguaje disminuye, extravía objetos, confunde
las palabras, pierde el hilo de una conversación y es incapaz de hacer dos
cosas al mismo tiempo. Conforme avanza
el padecimiento bajara de peso, su fuerza y marcha se lentificaran, se mostrara
irritable, agresiva, apática o con trastornos del sueño, pierde la capacidad de
razonar lo que es correcto y su juicio llega a ser nulo, por tanto su nuevo
comportamiento la convierte en un extraño dentro de su familia, que
evolucionara hasta la dependencia absoluta.
Uno de los olvidos más significativos y
emocionales en el ámbito familiar es el día en que el enfermo de Alzheimer
pierde el recuerdo de los nombres de sus hijos, incluso llega a olvidar si está
casado o si es que tiene hijos, en ocasiones incluso negara su existencia, delante
de ellos.
Y es en este momento, que los médicos debemos
hacer entender a la familia, que deben culpar a la enfermedad y no al enfermo y
que nunca deben involucrarse o engancharse con esos olvidos; pues su ser
querido no actúa así de manera voluntaria.
Contra el Alzheimer, no existe curación hasta
hoy; sin embargo, recuerden que entre más temprano se hace el diagnostico, es
mejor, ya que podemos brindarle al enfermo un tratamiento que le dé una mejor calidad
de vida y además llegue a vivir más años con menos dependencia; lo cual
realmente es muy valioso, porque al final significa ahorro de años de sufrimiento
y gastos económicos, para él y toda su familia.
Ante las primeras señales que mencione, acude
al médico especialista para que realice una evaluación de la capacidad mental
de tu familiar. Con ello podrás prepararte para enfrentar a este ladrón de
recuerdos, de la mejor manera.
Recuerda no todos los olvidos son Alzheimer
.
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